Si quieres renovar una parte de tu vivienda o hacer una reforma integral (construir un garaje, tirar paredes, renovar el baño…), tienes que tener claro que, además de contratar a personal especializado y profesional, hay una normativa para la realización de obras en casa que debes cumplir al pie de la letra.
Esta normativa de las reformas en el hogar está determinada por el volumen de trabajo. En definitiva, cuanto más grandes sean las obras que debes hacer en casa, mayor es el papeleo que debes tramitar.
Normativa que debemos cumplir al hacer obras en casa
Con el fin de garantizar la seguridad de las personas y cumplir con las leyes y regulaciones aplicables en España, hay una serie de normativas que deben tenerse en cuenta cuando se realizan obras en una vivienda. Algunas de estas normativas son:
Licencia de obras
Es necesario obtener una licencia de obras para cualquier obra que modifique la estructura o la configuración de la vivienda. La obtención de la licencia dependerá del ayuntamiento donde se encuentre la vivienda. También debemos saber que existen dos tipos de licencias de obra:
- Obra menor: La facilidad de realización de la obra y su bajo coste son las características de este tipo de reformas. Suelen ser trabajos de pequeña magnitud que no suelen afectar a la estructura del inmueble ni cambian su uso. Un tipo de obra menor sería, un cambio de puertas, cambiar la fontanería o renovar la instalación eléctrica.
- Obra mayor: En este caso, se alterna la estructura de la vivienda ya sea modificando su distribución, ampliando su superficie, etc. En estos casos, junto a la licencia deberá entregarse un proyecto de reforma de la casa firmado por un ingeniero y sellado por el colegio profesional que corresponda. Es posible que, de forma adicional, según el criterio de cada Ayuntamiento, se pida el DNI del solicitante y el justificante que acredite el pago de las tasas.
Pero, ¿qué es un proyecto de reforma? Se trata de un documento que acredita que son viables las obras que se van a realizar y que, al afectar a la estructura del edificio, requieren de esta certificación.
Las licencias o permisos de obra se piden al Ayuntamiento de la ciudad en el que se encuentra el inmueble. Se puede hacer de forma presencial o por internet.
Es importante que tengas claro este punto ya que, si no pides el permiso de obra correspondiente, el Ayuntamiento puede abrir un expediente administrativo y se acordará la paralización de la obra pero también puede imponer una sanción económica por no haber presentado la documentación correspondiente. Incluso, en los casos más graves, se puede llegar a exigir que se restituya la situación anterior derribando las obras nuevas realizadas.
Normas de seguridad
Durante las obras, se deben seguir estrictamente las normas de seguridad para evitar accidentes. Esto incluye el uso de equipos de protección personal, la señalización adecuada de la zona de obras y el respeto a los horarios de trabajo establecidos por el ayuntamiento.
Cumplimiento de normativas de construcción
Todas las obras deben cumplir con las normas de construcción establecidas por la ley y por el ayuntamiento correspondiente. Estas normas incluyen el uso de materiales adecuados, la correcta colocación de los mismos y el cumplimiento de los estándares de calidad y seguridad.
Contratación de profesionales cualificados
Las obras deben ser realizadas por profesionales cualificados y autorizados para realizar trabajos de construcción. Esto garantiza que las obras se hagan de forma segura y que se cumplan con todas las normas y regulaciones aplicables.
Pago de impuestos
Todas las obras deben estar registradas y declaradas a la Administración Pública correspondiente, y se deben pagar los impuestos correspondientes. El impuesto que grava las obras y reformas es el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO). En este caso, cada Ayuntamiento en sus Ordenanzas Fiscales fija su cuantía, por lo que no todos cobran lo mismo. Generalmente, los impuestos a pagar oscilan entre el 4% y el 6% del total del presupuesto de la obra.
Es importante tener en cuenta que las normativas y regulaciones pueden variar en función de la comunidad autónoma o municipio en el que se hagan las obras, por lo que es recomendable consultar con las autoridades locales para conocer las especificidades de la normativa en cada caso, por supuesto, antes de empezar la reforma para evitar males mayores.
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